La Orilla del Río

Esta historia sucedió hace hace varios  años, por el 87, eso creo, pero todo lo acontecido fue real. Soy de una ciudad del Perú llamada Hunacavelica, un lugar pequeño y tranquilo y por lo tanto no ocurrían muchas cosas extrañas por allí, y si algo verdaderamente extraño sucedía llamaba la atención de toda la población, absolutamente de todos sin excepción.

El barrio por donde vivo queda cerca al río y es común ver todas las noches parejas de enamorados jurándose amor eterno, pues bien en ese año existió una joven muy hermosa que todos conocían con el nombre de Ángela, era muy bella y estaba de enamorada de un sargento de la policía a quien todos conocían como Beto, según rumores ambos estaban prestos para casarse e incluso ya tenían fijada una fecha para la boda, por las tardes, todos los días antes de ponerse el sol ambos paseaban por la orilla del río, lugar donde se habían conocido pues era sabido que Ángela vivía por ahí.

Sin embargo no falta alguien que presa de la envidia siempre busca destruir la felicidad ajena y este fue el caso de Gladys, una chica que había estado enamorada de Beto pero la relación amorosa se terminó por el carácter posesivo y obsesivo de la misma, quien al saber que la boda de ambos estaba próxima inventó una historia acerca de que Beto tenía una amante para así separarlos.
La noticia llegó a oídos de Ángela a sólo días de la boda, se sintió traicionada y a pesar de las súplicas de su amado de que todo era mentira no quiso oír y corriendo llegó hasta la orilla del río. Beto que iba detrás de ella intentó explicarle una vez más que todas esas historias eran mentira no pudo hacerlo, pues antes de que pudiera alcanzarla, ella lo miro con los ojos llenos de lágrimas y sólo susurro:

- Juraste que siempre me amarías pero parece que tus palabras se las llevó el río- y diciendo esto se lanzó al río cuyas furiosas aguas la sepultaron para siempre.

A pesar de todos los esfuerzos que hicieron, no se pudo rescatar el cuerpo de la pobre muchacha. Con el paso de los días parecía que Beto empezaba a volverse loco pues el decía que siempre, su amada Ángela venía hasta su cama todas las noches y le recordaba la promesa.

Dos años después Beto era totalmente diferente se había vuelto alcohólico y seguía diciendo que Ángela venía a visitarlo todas las noches, sus amigos estaban muy preocupados de tan solo verlo así hasta que una noche salió disparado de su casa y comenzó a correr hacia el río diciendo que Ángela lo llamaba, que debían estar juntos, justo detrás de él sus amigos corrían tratando de detenerlo pero al llegar al río todos vieron claramente que Ángela estaba parada ahí, en el mismo lugar donde dos años atrás se había suicidado, parecía más delgada que antes y la palidez de su rostro era tan blanco como la cera. Sin dar la más mínima muestra de terror Beto se le acercó y después de un prolongado beso, ambos saltaron a las furiosas aguas para así estar juntos por siempre.
Después de ese episodio nadie quiso decir nada al respecto no podían creer que todo eso hubiese sucedido, en cuanto a Gladys, ella no se salió con la suya como todos creían pues seis meses después la encontraron muerta en su cama con los pulmones inundados de agua de río.

la llamada perdida

Hola, soy una chica de Valencia, el otro día me contaron una historia que me dejó verdaderamente impactada. Sé que puede parecer un poco increíble, pero me fío de quien me lo contó, y la verdad es que me ha hecho reflexionar mucho.

Ocurrió días antes de semana santa en Valencia. Después de estar toda la tarde estudiando en la biblioteca de su universidad una chica se da cuenta al salir que tenía 5 llamadas perdidas de su novio. En un primer momento ya le resultó extraño, pues habían quedado para cenar aquella noche como solían hacer cada martes.

Mientras se dirigía a su coche marcó el número de teléfono, “otra vez va a llegar tarde, a ver qué le ha pasado hoy….”, pensó. Pero después de 5 tonos…. El buzón: “soy víctor, en estos momentos no te puedo atender, si quieres puedes dejar tu mensaje” Ella decidió colgar, ya lo llamaría al llegar a casa.

Estaba oscuro, pero no le costó encontrar su coche, a aquellas horas el parking de la Universidad estaba prácticamente vacío. Se sentó al volante, y cuando apenas había arrancado el motor, volvió a sonar el móvil.

(Aunque le costó encontrarlo entre todas las cosas que llevaba en el bolso consiguió descolgar, ella ya esta un poquito atacada!!)
Era su novio, “¿dónde estás? …… “¿Estás bien?”……. Víctor, no te oigo” Al otro lado… sólo había silencio.

Después de esperar unos segundos, decidió colgar, y llamarlo ella. Una vez más 5 tonos……………..el tiempo esta vez parecía pasar más despacio “No sé que te pasa, ¿por qué no coges el teléfono? …… En fin, nos vemos donde siempre, pero primero tengo que pasar por mi casa. Un beso”.

Al colgar el teléfono lo dejó donde lo podía ver. No podía fijarse en la carretera, solamente mirar hacia el móvil…..pero el móvil no sonaba… cada vez más inquieta no pudo evitar no asustarse cuando sonó de nuevo. Paró el coche bruscamente en el arcén y contestó (muy nerviosa) “Víctor??, Víctor???....¿qué pasa? Contéstame de una vez, ya está bien!, no me hace ninguna gracia!!!” La comunicación se cortó de repente.

Sin darse cuenta empezó a pisar fuertemente el acelerador, el coche iba cada vez más rápido y de repente los vio de pie en la puerta de su casa: eran sus padres. “Victor ha muerto. Se mató esta mañana con el coche”